No es el Camino, ni la Solución, Penalizara a Municipios, cuyos Habitantes de Manera Recurrente ejerzan Vias de Hecho que Paralicen la Actividad Petrolera

Son absolutamente demostrables, las grandes pérdidas económicas que padece la industria petrolera en todas las regiones geográficas del país en donde desarrolla sus operaciones, producto de paros, bloqueos, manifestaciones, etc., ejecutados por parte de comunidades, asociaciones y otros, hagan parte o no de pobladores de las área de influencia y entorno petrolero.

No obstante lo anterior, seguramente no es el camino ni la solución, para mitigar este fenómeno psicosocial, la propuesta presentada al Congreso de la República por parte de la Asociación Colombiana del Petróleo – ACP – agremiación que reúne en Colombia a todas  las empresas Operadoras Petroleras con asiento en el país.

Propone la ACP avanzar conjuntamente con el Departamento Nacional de Planeación – DNP – en que se establezca un mecanismo que permita penalizar a aquellos municipios, en los que sus comunidades, presenten con recurrencia vías de hecho, que paralicen la producción de hidrocarburos; sobre la premisa de que así como el DNP suspende el giro de regalías por falta de ejecución, se incluya un criterio de reducción de producción por más del 10% por vías de hecho demostrables.

Este mecanismo de choque, sería un elemento disociador, que lo que generaría sería: mayor distanciamiento de las comunidades con la industria – volatilidad e incertidumbre presupuestal de los municipios para comprometer sus programas de gobierno – subjetividad al momento de categorizar el (los) incidente (s) y su recurrencia – mal ambiente en escenarios de posconflicto – entre otros.

Lo que realmente se necesita, es un pleno acercamiento societario hacia las comunidades, que con el concurso y presencia del Estado, en apoyo a las Operadoras se cristalice en:

• Multiplicar la ilustración y capacitación abierta de las comunidades, mediante talleres que los haga sentirse partícipes de los riesgos, éxitos o fracasos de la exploración, que enfrentará su socio, llámese Operadora Petrolera. Para lograr este objetivo comportamental de la comunidad, se requiere de perfiles y personalidades muy especiales en quienes se deposite por parte de la Operadora, este reto estratégico de enseñar, persuadir y adherir. Es aquí de donde parte el éxito del proyecto y del negocio; por ende no cabe la improvisación, ¡!hay que jugársela toda!!

• Explotar el diagnóstico de los estudios sociológicos, contenidos en los Estudios de Impacto Ambiental que se construyen en cada proyecto, enseñándolos y comprometiendo tácticamente a las comunidades en sus prioridades, muchas de estas prioridades desconocidas por la misma comunidad.

• Con la misma vehemencia y estrategia, con la que se estructura por parte de la Operadora Petrolera la pirámide organizacional para la gestión ejecutiva y técnica del proyecto, se debe proceder con la estructura de la pirámide organizacional para la gestión psicosocial que la acompaña. Esta segunda no puede ser inferior a la primera, de ser inferior, es colocar la primera piedra para el fracaso en la sociedad comunidad – industria – Estado.

Entendemos y nos identificamos con las necesidades apremiantes que urgen a la industria petrolera en Colombia, liderada por la ACP, para buscar ser viables en los nuevos escenarios de precios del petróleo crudo; y es eso justamente lo que nos motiva a plantear ésta reflexión a la propuesta presentada al Congreso de la República por la ACP.

ECOP S.A.

Noviembre 10 de 2016