Desde el pasado mes de septiembre de 2015, como se lo planteamos a ACIPET, asociación que agremia a los profesionales de la ingeniería de petróleos en Colombia, la Dirección de ECOP S.A. viene postulando la urgente necesidad, acelerada descarnadamente por la regresión sostenible de los precios internacionales del petróleo crudo, de que es urgente e ineludible, que el Ministerio de Educación Nacional, intervenga en el control y freno de las carreras de Ingeniería de Petróleos en Colombia, tanto en universidades públicas como en privadas.
La razón? El absurdo crecimiento exponencial del número de profesionales en ingeniería de petróleos, que año a año se incrementa voluminosamente, va en contravía con la realidad petrolera del país y sus niveles históricos de volúmenes de producción. Esto para precisar, que no se puede achacar la situación de crisis laboral de los profesionales en ingeniería de petróleos, a la situación de los últimos 2 años, frente a los precios internacionales del petróleo crudo; en plena bonanza petrolera ya era significativamente alto el número de profesionales sin una primera oportunidad laboral, tras tres (3) años de su graduación.
Y es que a gran diferencia de cualquiera otra carrera universitaria, la ingeniería de petróleos es una carrera cerrada, estrictamente aplicable al sector; razón por la cual no existe ninguna posibilidad de aplicación laboral en otros sectores de la economía.
A la fecha del presente editorial, el número de profesionales matriculados ante el Consejo Profesional de Ingeniería de Petróleos – CPIP – probablemente supere los nueve mil (9,000) y la academia publica y privada, es ajena e indolente ante tal situación.
Colombia no ha sido ni es un país petrolero; es un país con una modesta exportación de petróleo como materia prima, que si bien se convierte en el primer renglón de exportación de la economía colombiana, que es la cara a mostrar; por la otra cara se convierte en la mayor frustración para muchos profesionales colombianos y para futuros desorientados aspirantes; en tanto el sector rural adolece de suficiente mano de obra calificada, para optimizar la productividad agrícola y pecuaria del país, por ejemplo.
Existen opciones, que se podrían legislar y explotar bajo el direccionamiento de las autoridades colombianas del ramo, que podrían servir para ampliar un poco más las oportunidades laborales en la industria, así éstas no resuelvan el problema de fondo y de largo plazo, tales como:
- A través de la Agencia Nacional de Hidrocarburos – ANH: Implementación en los modelos de contratos de exploración, de establecimiento de cuotas de participación de personal de ingenieros de petróleos colombianos, con prioridad en programas de formación y crecimiento profesional.
- Apertura de espacios laborales en entidades energéticas como la UPME “Unidad de Planeación Minero Energética” y la CREG “Comisión de Regulación de Energía y Gas”, organismos eminentemente técnicos, en los que hoy no existe participación alguna de profesionales de la ingeniería de petróleos.
- Entidades como la ACP “Asociación Colombiana del Petróleo”, organismo privado que agremia a Operadoras Petroleras en Colombia, podría estar en capacidad de aportar mucho, en el análisis de la problemática.
Sin embargo, para atacar la causa – raíz de fondo, corresponde al Ministerio de Educación Nacional, tomar cartas en el asunto y plantear dentro de sus estrategias a futuro:
- Diseñar directrices a la academia en esa dirección, para hacer, no solo, un alto en el camino, también para evaluar colegiadamente en el largo plazo, las reales pero conservadoras necesidades del país en materia de recurso humano petrolero.
- Liderar campañas para que la población estudiantil universitaria, se motive por otras carreras técnicas, agropecuarias, de tecnología de la información, etc. que obedezcan a una necesidad real del mejor futuro del país, permitiéndoles también encontrar un futuro laboral estable y sostenible.
ECOP S.A.
Julio 11 de 2016