Instituciones de Gobierno, Organizaciones No Gubernamentales y todos, sin distingo, como integrantes de la sociedad, invocamos y vemos a diario, campañas, investigaciones, estudios, etc., orientados estrictamente a alertar, invocar, acusar y si es el caso condenar como compromiso ciudadano, violaciones a los derechos humanos; en defensa de la justicia y de proteger la libertad de los seres humanos, toda ésta loable labor, a la luz de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que a todos nos ampara por igual.
Sin embargo, inexplicablemente poco o nada se habla, poco o nada se hace (?) respecto de la misma Declaración Universal de los Deberes Humanos. En este aspecto, ni las Instituciones mismas de Gobierno, ni Organizaciones No Gubernamentales, ni nadie que tenga vocería, realiza campañas ni siquiera educativas, ni investigaciones, ni estudios, orientados, entre muchos otros aspectos de actitud comportamental, a que como seres humanos cada quien se pregunte, ¿que construye?, ¿cuáles son sus obligaciones éticas y morales?
En nuestro caso colombiano, solo se educa, se divulga, se previene, se exhorta, etc., el deber de NO cometer violaciones a los derechos humanos; si se mira el caso de la industria petrolera, sin duda son más las violaciones a los deberes humanos colectivos e individuales, los que trastornan y dificultan altamente la actividad.
Y es que la misma Constitución Política de Colombia, es pobre en la materia; en su Título II – “De Los Derechos, Las Garantías y Los Deberes” – Capítulo 5 – “De Los Deberes y Obligaciones” se limita en este mini capítulo, a listar escasamente nueve (9) elementos, que se pierden en todo un compendio, dejando por fuera muchas situaciones de violación a los deberes humanos que diariamente se cometen; en tanto que se dedican cuatro (4) capítulos, bienvenidos ellos, al tema de derechos humanos.
Ojalá también el nuevo Código de Policía, más humanístico en su contenido y actualmente en trámite ante el senado de la república, no se quede corto en ser también ejemplarizante en el tema de los deberes humanos.
Dar un giro mental, al menos, de 90º, será necesario, de todos quienes conformamos la sociedad colombiana, para equilibrar en algo la balanza y la verdadera justicia social que invoca la Declaración Universal, en dos vías: Derechos – Deberes.
Frente a la honra de los deberes humanos, todos estamos también obligados; sin excepciones!!!. Que distinta sería la situación del país y de la industria petrolera, renglón No. 1 de la economía del país.
ECOP S.A.
Junio 20 de 2016